
EN TUS OJOS UN ROSTRO

“Intentaba decirle palabras de aliento, palabras que pudieran consolarla, tranquilizar su ansiedad, apagar sus más nefastos temores. Pero no había nada que pudiera decir. En situaciones como esta sólo gobierna la locura y las palabras salen sobrando. Poco a poco la hija fue calmando su llanto que luego se convirtió en sollozos. El padre la acunó como si fuera un bebé, la meció en sus brazos y optó por guardar silencio. Ella se fue quedando dormida poco a poco en ese abrazo paterno mojado pero tibio. Y lo último que deseó antes de arrojarse de lleno al sueño, fue que se convirtiera en eterno…”
En esta primera entrega de la saga Crímenes Marchitos, Cristal de María se enfrenta ante la ineludible tarea que le ha encomendado el destino: ayudar a los muertos a cruzar las fronteras terrenales. Aun cuando ha luchado toda su vida por evadir esa encomienda, en esta ocasión deberá tomar una inquietante decisión: ayudar a una pobre anciana a desembarazarse de todos los espíritus que la acosan, o a sucumbir ante ellos.